Mural en el interior de la Radio de Huanuni |
Cuando pusimos por título del documental “De sus queridas presencias”, estábamos
pensando en recordar no solo al Che comandando la guerrilla que
combatió en Ñancahuazú, sino que hacíamos extensivo el homenaje a todos los
combatientes que lucharon a su lado.
En la medida en que fuimos avanzando en la investigación previa al
rodaje, y aún durante el mismo, fue tomando forma la idea de que las "queridas
presencias" a homenajear no eran solo los guerrilleros, sino que se hacia
extensivo a todos aquellos que lucharon por una sociedad más justa.
Dentro de esas presencias queremos recordar y homenajear especialmente
en esta fecha en que se cumplen 45 años, a los mineros y sus familias que
fueron asesinados durante la llamada Masacre de San Juan.
En la madrugada del 23 de junio de 1967, el Ejército de Bolivia entro
disparando a diestra y siniestra en los inermes campamentos mineros de Siglo
XX, Catavi y Llallagua.
Aprovecharon
una noche tradicional en Bolivia donde se celebra alrededor de las fogatas el
que es considerado el día más frío del año.
Una parte
de la población estaba distendida tomando unos tragos, tirando cohetillos,
cantando, otros estaban durmiendo.
Los
primeros disparos fueron confundidos con los cohetes con los cuales se festeja
esa noche, hasta que de a poco la gente fue tomando conciencia de la dimensión
del ataque.
Hemos
tenido la oportunidad de entrevistar a sobrevivientes de la masacre. Todos coinciden en relatar que el ataque fue
indiscriminado, a tal punto que en la morgue se encontraban cadáveres de
ancianos, mujeres y niños.
Rodaje de la salida de una cuadrilla de trabajadores de la bocamina |
Causas de esa masacre
Para
responder a esto tenemos que remitirnos a 1960 aproximadamente cuando se
aprueba un plan de salvataje a la corporación minera de Bolivia.
El plan se
denomino “triangular” tanto porque participaban tres asesores – Estados Unidos,
Alemania y el BID, como por las tres etapas en que se ejecutaría.
Las dos
primeras etapas se realizaron durante la presidencia de Paz Estensoro y la
tercer etapa durante la presidencia de Rene Barrientos.
Los ajustes para la recuperación de la COMIBOL (Corporacion
Minera de Bolivia), en esta tercera etapa incluían la reducción de los sueldos y
salarios casi un 40%, la expulsión de los trabajadores mineros de la
administración de la empresa, drásticos recortes en la pulpería barata y otras
medidas que afectaban a las malas condiciones de vida de los mineros
Por supuesto que estas medidas no se podían llevar a cabo sin un alto
grado de represión
Si bien en la historia de Bolivia se registran enfrentamientos entre los
mineros y el ejercito,
en este caso, no se trato de un enfrentamiento sino de un ataque por
sorpresa a la población inerme.
Uno de los
motivos de este ataque por sorpresa, fue generar el terror y el desmembramiento
de ese sector social tan combativo, que
era el que mejor preparado estaba para enfrentarse al régimen de Barrientos y
crearle algunos problemas.
De esta
manera, el ejército levanto una pared de sangre y fuego, previniendo que la
guerrilla aparecida el 23 de Marzo, pudiese confluir en algún momento con los
mineros.
Norberto Forgione
Agradecemos
la colaboración de los mineros cuyos testimonios incluimos en el documental, el
material aportado por José Pimentel y Carlos Soria Galvarro, el testimono del
Padre Iriarte y la ayuda brindada por María Morales Barahona
Para quienes se interesan en el tema recomendamos el libro 1967: San Juan a sangre y fuego de Carlos Soria Galvarro, José Pimentel Castillo y Eduardo García Cárdenas
Mineros entrando a la bocamina para comenzar su jornada |