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sábado, 28 de noviembre de 2009

Osvaldo Bayer relata un encuentro con el Che en La Habana

Se sabe a través de varios testimonios de gente allegada al Che, que uno de sus sueños era liderar un proceso revolucionario en Argentina.

El primer intento concreto fue su plan de instalar una guerrilla en Salta en 1963.

Para ello se envió a un pequeño grupo de hombres entrenado previamente en Cuba, comandado por Jorge Masetti, con el seudónimo de "Comandante Segundo".

Esto implicaba que el Comandante primero iba a ser nada menos que el Che, quien concebía incorporarse al grupo una vez lograda una mínima inserción en la comunidad campesina de la zona.

Uno de los integrantes del movimiento de Salta era Ciro Bustos, quien años más tarde iba a ser convocado nuevamente por el Che cuando estaba ya instalado en la selva boliviana.

La idea era que Bustos se encargue de organizar una grupo de hombres en Argentina que se vayan a entrenar en la guerrilla boliviana, y luego regresen a su país para intentar hacer la revolución.

Vale decir que la posibilidad de luchar en su país siempre estuvo presente en el Che luego del triunfo de la Revolución Cubana.

El siguiente testimonio de Osvaldo Bayer, en ocasión de una charla dada en Mate Amargo, da cuenta de una reunión donde el Che expone la idea de cómo hacer la revolución en Argentina.

La exposición de Guevara, duro en realidad algo más de dos horas.

Osvaldo Bayer relata este episodio en pocos minutos, debido a lo cual se produce una simplificación de lo que fue planteo del Che.

Más allá de esto creemos que igualmente vale la pena compartir el testimonio.


jueves, 8 de octubre de 2009

Los asesinatos del 9 de Octubre


Nos parece oportuno inaugurar este blog con un artículo sobre lo sucedido hace 42 años en el pueblo de La Higuera, Bolivia, luego de la batalla en la Quebrada del Churo, donde fuera capturado Ernesto Che Guevara.

Es habitual que para estas fechas se realicen en todo el mundo distintas conmemoraciones a cargo de aquellos que valoran la figura del Che.


En Bolivia, además de todos los actos de homenaje, seguramente festejaran aquellos que lo derrotaron militarmente.

Los datos conocidos y aceptados por distintos historiadores y militares, coinciden en que el 9 de Octubre de 1967, el Comandante Ernesto Che Guevara, quien se encontraba prisionero desde el día anterior en un aula de la escuelita de La Higuera, caía asesinado a manos del entonces Sargento Mario Terán.


También se reconoce que en el aula contigua, el Sargento Bernardino Huanca, termino cobardemente con la vida de Simón Cuba “Willy”. Este fue capturado ileso junto al Che, quien estaba herido levemente en la pantorrilla, mientras trataban de escapar por una chimenea lateral de la Quebrada del Churo el día 8 de Octubre.



Hay otros historiadores sin embargo, que hablan de un tercer hombre ejecutado en La Higuera el 9 de Octubre. Más aún, hay versiones que sostienen que Alberto Fernández Montes de Oca, Pacho llego desangrándose al poblado y murió sin recibir atención médica.


Según algunos testimonios que he recogido de testigos directos, Juan Pablo Chang Navarro, “el Chino”, el día 9 de Octubre fue detenido en la quebrada del Churo, llegó vivo a La Higuera, y fue posteriormente ejecutado.

Este hecho es negado por las fuentes militares.



Julia Cortéz, quien en aquellos momentos se desempeñaba como maestra en La Higuera, en una entrevista que le realizara en 1996, hablo del guerrillero “cieguito”, al cual vió con los ojos vendados, debido a las heridas que tenía en su rostro.


Manuel Cortéz, más otro habitante de La Higuera de quien no recuerdo su nombre, recordaban cuando ese hombre fue llevado al pueblo por militares, quienes lo traían amarrado con una soga.


Cuentan que el prisionero tenía “la cara picada” (probablemente heridas por fragmentos de granada) y de uno de los ojos le caía un liquido blancuzco.

Gary Prado, quien en ese momento era el Capitán a cargo de las tropas que atraparon al Che el 8 de Octubre, cuenta que el día 9, con el Che prisionero y vivo todavía, salió por la mañana con su tropa a peinar la quebrada del Churo con el objetivo de ubicar al resto de los guerrilleros que podrían encontrarse todavía por allí.

Sobre este último punto, Gary Prado comenta en su libro La Guerrilla Inmolada: “ La Compañía “A” encuentra las cuevas donde estaban refugiados Chino y Pacho y, cuando les intimaban rendición, disparan y matan a un soldado, ocasionando la rápida reacción de los “Rangers” que los silencian con granadas de mano y ametralladoras.”


Esta versión es difícil de creer, ya que Pacho aparentemente estaba muy malherido, y el Chino, quien también se encontraba herido según versión del mismo Gary Prado, había perdido sus anteojos sin los cuales estaba casi ciego.


Aún dándole crédito a esta versión, hay un punto flojo en el relato de Gary Prado sobre el punto en que los guerrilleros mataron a un soldado para luego ser liquidados por los Rangers.


Resulta que se ha publicado oficialmente por parte del ejército, la nómina de muertos en combate. En la lista figura el nombre, rango, fecha y sitio de la caída. Inclusive hay en Camiri un monumento con una placa que reproduce estos datos. Ni en la nómina oficial, ni en la placa figura un soldado muerto el día 9 de Octubre.


Las circunstancias indican que el dato aportado por Gary Prado es falso, y solo sirve para encubrir otro de los tantos asesinatos perpetrado por militares, contra prisioneros indefensos capturados en la guerrilla de Bolivia.

Por Norberto Forgione



De sus queridas presencias



Hay una imagen muy difundida. Un piletón de cemento sostiene el cuerpo del Che.

Esta con los ojos abiertos. Lo han asesinado horas antes en la humilde escuelita del, hasta ese momento, ignoto pueblo de Bolivia llamado La Higuera.

Le han tomado cientos de fotografías desde distintos ángulos.

Primeros planos de su rostro, rodeado por militares, con gente del pueblo acercándose a conocerlo, con agentes de la CIA posando ante su cuerpo convertido en trofeo de guerra.

Hay otras, muy pocas, que incluyen a dos guerrilleros tirados en el piso.

Son “Arturo” y “Antonio”, de ellos poco se sabe. No son el Che.

El nombre de “Arturo” es René Martínez Tamayo. Se había unido al ejército rebelde en Cuba, cuando tenía 17 años. En la guerrilla se desempeño como operador de radio en el grupo del centro.

“Antonio” es Orlando Pantoja. Miembro del Ministerio del Interior de Cuba antes de incorporarse a la Guerrilla en Bolivia, había participado en la preparación de los primeros combatientes que integraron las guerrilla de Jorge Masetti en Salta.



Corre el mes de Febrero de 1996. Me encuentro en el pueblo de Vallegrande, Bolivia, lugar donde fueron enterrados los restos de los combatientes de la guerrilla comandada por el Che.

Llegue hasta Vallegrande para colaborar como voluntario en las tareas de búsqueda que quedaban por delante. Haber llegado para la época de carnavales me ayudo, ya que esta es una celebración a la cual los lugareños se entregan de cuerpo y alma, y alguien dispuesto a ayudar era bienvenido.

Tuve la suerte de colaborar con el equipo de Geofísicos Cubanos, para quienes no había ni carnavales, ni Domingos, ni descanso.

Uno de los lugares emblemáticos en Vallegrande es la lavandería donde se encuentra el piletón que sirvió para exhibir el cuerpo del Che.

Se encuentra en el fondo del Hospital Sr. de Malta.

Miles de visitantes han pasado por este lugar. Algunos han dejado flores, muchos otros han escrito en sus paredes distintas frases, promesas, dedicatorias.

Una vez allí y luego de sobreponerme al impacto inicial, casi de manera automática, me dirigí a una de las paredes y escribí: “Gracias a vos, a Inti, a todos...”

Con el tiempo esas palabras escritas fueron tomando forma, fueron tomando cuerpo, fueron haciéndose concepto hasta llegar a convertirse en este proyecto documental: “De sus queridas presencias...”


Luego de algunos años de investigación, de entrevistar a algunos de los principales protagonistas y de viajar por los distintos sitios donde se desarrollaron los hechos, estamos intentando plasmar en un documental, los momentos vividos por este conjunto de hombres, quienes se jugaron la vida por cumplir con el sueño de parir una sociedad mejor, más equitativa, más justa, más libre.

El sistema hegemónico de poder, divulga una imagen inofensiva del Che como un individuo aislado, ahistórico y romántico. Intenta además, cristalizarlo como objeto de consumo, con el adicional de invisibilizar al conjunto.

Sin pretender quitar al Che del eje narrativo e histórico que le cupo en su etapa Boliviana, cosa que además falsearía el papel central que tuvo en el desarrollo de los hechos, aquellos que estamos comprometidos en este proyecto, queremos mostrar también el palpitar, los sentimientos, los sueños y las contradicciones de los distintos protagonistas de estos sucesos.

Aquellos que acompañaron al Che en el intento de llevar a cabo ese gran sueño de liberación continental, han dejado no solo su testimonio de vida plasmado en su accionar, sino también en sus diarios llevados durante la guerra de guerrillas.

Es nuestro compromiso tratar de mostrar lo más fielmente posible parte de sus vivencias y su pensamiento.



Norberto Forgione



Investigación: Norberto Forgione

Colaboración en la investigación: Claudia Rabanaque

Preproducción: Claudia Rabanaque -Norberto Forgione

Colaboración en Preproducción: Juan Pablo Lepore.

Cámara : Claudio Remedi

Sonido: Gabriela Jaime

Post Producción: Gabriela Jaime - Claudio Remedi